Se que estoy vagoneta para la redacción pero siempre los voy a mantener con las últimas noticias que pasan alrededor, entre, y a través de este loco perdido.
Algo, y repito la palabra, loco pasó esta semana santa. Los dos fines de semanas, el que abre (Domingo de Ramos) y el que cierra (Domingo de Pascua), fueron alucinante lejos de la ciudad de Barcelona. El primero tuvo lugar en el pueblo de Balaguer -pronunciación: Balague, la "r" no se pronuncia en català cuando finaliza alguna palabra-, dentro de la provincia de Lleida -perteneciente a Catalunya-. El siguiente, es decir, el actual y recién pasado, fueron dos días en el país -principado- de Andorra, en el cual, obviamente, hubo sky.
Bueno, hace una semana y un par de días estábamos cenando en la casa de Saray, quien tiene a su madre, hermana y sobrina viviendo en la ciudad de Balaguer. Entre pitos y flautas, dentro de la conversación que veníamos manteniendo, ella nos propuso ir a visitar a LOLA -su madre-, la cual, Maru y yo, ya la habíamos conocido hace un mes -a un mes de haber pisado suelo español- una tarde de sábado con la excusa de tomar un café. Mi respuesta, obviamente y como con todas las cosas, fue que iba pa donde pegaba el viento, -yo, encantado. En cambio, Maru lo meditó unos minutos y al cabo de un rato estábamos planificando los días por venir. Antes de emprender la vuelta a casa para poder descansar ya que teníamos que levantarnos early early ya que el autobus partía a las 7 a.m., concurrimos a un Bar de copas -como le dicen acá-. La atención una poronga, la realidad una bizarreada, los tragos excelentes, la caipirinhia a la cabeza!