Moltes Felicitats i Bon Nadal


La penúltima semana del año, como también hace 22, siempre es compartida por mi cumpleaños y la famosa fiesta navideña de Papá Noel o, religiosamente, del nacimiento de Jesús. Esta misma, pensé que iba a ser muy diferente a los años anteriores, y lo fue. Sin embargo, de una forma que no me esperaba. Lo que creí que se iba a transformar en nostalgia, la gente que me rodea hizo que ese concepto se convirtiera en felicidad y alegría, y en otra semana maravillosa en el mes de diciembre.
El 22 de diciembre de este año, 2010, cumplí mis preciados y esperados 22. EL LOCO. Desde el comienzo del mes pensé que este día, al llegar, se transformaría en un fiasco. Que extrañaría a Dios y María Santísima, y en vez de ser un día de alegría sería un bajón pésimo. Pero todo cambió a las 24hs cuando Juanjo me cantó el “feliz cumpleaños” mientras estábamos mirando una película después de cenar.

A las 5:30hs me estaba despertando para ir a trabajar, ya que por suerte la encargada del día anterior me hizo el favor de cambiarme el horario a la mañana temprano para después poder aprovechar el día lluvioso y de frío invernal que me había tocado :P jajajaja. A las 7hs, el equipo matutino integrado por Tamara, Marta, Ari, Inma y Ainhoa, junto conmigo, ya estábamos currando. Una horita y minutos más tardes, Laura –la permanente de ese día- nos llama por megafonía a todo el equipo para que subamos a la Sala de Formaciones que luego se transformó en la Sala de Pausa. Esa frase sonó rara en mis oídos, más a esas horas de la mañana cuando no hay casi nadie en la tienda. En ese momento, el grupo se encontraba incompleto ya que Tamara y Marta no estaban con nosotros. A Tam la encontramos en el camino pero Marta seguía desaparecida. Cuando entramos en la sala, yo fui el primero. Al darme vuelta estaban todas juntas cantando el “Cumpleaños feliz” y Marta sosteniendo un pastel de Brownie con dos velitas encendidas que formaban el número veintidós.
A la tarde, ya vuelto a casa hacia un par de horas, decidí ir a Mercadona a terminar de hacer las compras para la cena de la noche. Menú: Patatas fritas secas con salsita Mangieri :P, ravioles 4 queso con salsa a la Boloñesa, Lambrusco de beguda principal y de postre la torta de mousse  de limón para soplar las velitas. Lo anecdótico: el feliz cumpleaños fue entonado en inglés porque sino se nos mezclaban las diferentes formas de cantarlo en castellano.


El viernes llegó –christmas eve- y a las 8 de la mañana estaba llegando el bus de Flor –Madrid-Barcelona- a la Estació del Nord. Ese fue uno de los mejores regalos de la semana. Gracias a Judith, mi encargada, quien me dio el día libre el viernes pude disfrutar de una persona muy especial para mi tres días sin descanso.
El itinerario fue turismo, facultad, año entrante, viajes, amistad, ponerse al día, comer, comer y comer un poco más. Es época de las putas fiestas y días para engordar todo lo que uno en un año bajó de peso :S Lo peor fue la Escudella, el 25 en la casa de Alicia y Joan, una navidad catalana. Esa mierda está más buena que no paras de comer. Encima para el café trufas de oreo con chocolate –mmmmmm- y unas masitas de Qatar. Que más puede pedir uno.

Aquí dejo las fotos de ese fin de semana:

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