Un día me llama Juanjo desde el trabajo y me dice: -Juan! El domingo hay partido del Barça en el Camp Nou.
Algo que tuve muchas ganas de hacer cuando llegué a Barcelona era ver el Barça en vivo y en directo. No seré muy amante del fútbol pero cuando algo es bueno hay que reconocerlo y presenciarlo, ¿no?
Bueno, sacamos las entradas por Internet, como todo porque en España todo se hace por Internet –en Europa todo se hace por Internet, y cuando digo todo es todo-. Y el domingo estábamos atravesando las puertas del Camp Nou junto a Juanjo y un millar de catalanes y extranjeros más. Presenciar un partido del Barça es algo tan turístico como ir a ver La Pedrera de Gaudi.
Al estadio no hay nada que criticarle más que, como todo estadio, las escaleras te matan. Por otro lado, una de las cosas que más asombran es que hasta en la popular hay asientos y numerados aunque sacas entradas y están en localidades distintas uno se termina sentando donde le da la regalada gana porque ni da sentarse separado de la gente con la cual va.
La única vez que había ido a la cancha a presenciar fútbol fue hace mucho años en el Monumental, un River vs. Ecuador :S, un embole. Sin embargo, Barça vs. Málaga fue completamente otra cosa –sacando de lado que el arquero del Barça es el puesto más inútil de la historia porque el equipo adversario nunca llega a pisar el área del titular de campo-. En primer lugar, estar sentado en el Camp Nou es como estar sentado en el Teatro Colón. El juego es lo más limpio que uno puede presenciar, una cosa muy extraña cuando uno está acostumbrado al fútbol argentino. En segundo lugar, es lo más excitante de la historia ver jugar a Messi en vivo y en directo con unos botines fluorescentes :S. En tercero, la actitud de la hinchada. Ambos bandos comparten un mismo lugar, esto es algo extraño para alguien que viene de un lugar donde dos hinchadas no pueden compartir el mismo espacio por temas de seguridad. En cuarto lugar, algo muy emocionante, es el sentido de emoción de la hinchada, todo va perfectamente sincronizado, el canto, la actitud, el sentimiento, el valor. Todo esto te hace sentir tan bien, tan fuerte, tan emocionado, tan lleno de sentimientos. Ver un partido en el Camp Nou es como sentir El fantasma de la ópera de Andrew Lloyd Webber.
Recomendación: Si alguna vez, alguna persona tiene el placer de conocer y pisar la capital catalana –Barcelona-, no puede dejar de pasar y presenciar un partido del Barça contra quien sea en el Camp Nou.
Acá dejo las fotos de ese día:
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