¿Qué hago? -primer día París-

La siesta en España es sagrada, por ese motivo Juan Pablo no se va a privar de ella cuando vuelve de un arduo día laboral. Tirado en el sillón, con los ojos cerrados, la cabeza a 0 km/hs, adentrado en sus sueños profundos -léase como una morsa- escucha: "They tried to make me go to rehab I said no, no, no. Yes I been black, but when I come back You wont know, know, know..." Ese es su ringtone -mp3-, cual suena cuando llaman a su móvil. Eran las 20hs -el flaco dormía realmente como morsa-. La persona, que interrumpía sus sueños, era uno de sus jefes de Decathlon para informarle que a partir del miércoles hasta el lunes próximo no tenía que asistir a la empresa porque entraba en vacaciones. -¿Perdona? ¿Cómo? ¿Vacaciones? ¿Ya?-

En el momento de cortar, Juan Pablo se levantó del sillón de golpe, se agarró la cabeza y se dijo: -¿Ahora qué hago?-. Entró en un ataque de histeria. Comenzó a pensar qué carajo hacia, que no tenía un duro para ir a ningún lado, que sus amigos se iban al otro día de vacaciones a Amsterdan y que se iba a quedar solo, como un marrano, en la casa por cinco días -bueno solo, solo, no! pero no va al caso ahora-. Caminaba de una punta a la otra del piso -departamente-. Cinco minutos más tarde se sentó nuevamente en el sillón, agarró la computadora -ordenador- y comenzó a entrar en todos los sitios web que venden pasajes de avión. Buscó, buscó, buscó con tanta desesperación hasta que encontró los lugares más baratos para irse a la mierda al día siguiente. Ellos eran: París o Lisboa. En eso se lo grita a María y a Juanjo y ambos respodieron al mismo tiempo y de la misma manera: -TE VAS A PARÍS! -si me lo dicen así-

¡Para no gastar al dope!

Hace más de una semana, un viernes por la noche para ser más exactos, acordamos en levantarnos temprano al día siguiente y empezar a realizar alguna de las cosas que se van sumando, semana tras semana, en la lista de sitios a visitar junto con Maru. Uno de estos puntos es l'Aquàrium de Barcelona, en castellano: Acuario de Barcelona. El mismo se encuentra detrás del shopping MareMagnum, cruzando la rambla del mar, es decir sobre el mismísimo Mediterráneo. Sin embargo, y aunque todo esto suene hermoso y casi desmesurado, na que ver! (con tono y gritito).

Todo bien, yo quería ir a conocer el acuario -previa reseña de Saray: "Es una mierda"- pero fuimos igual. Hasta que pasamos la puerta venía todo perfecto, además estábamos entusiasmados porque había una muestra especial y temporal de aguas vivas -medusas-, la cual nos costó encontrarla, pero que le vamos a hacer por lo menos la vimos.

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