Ser o no ser una capital

Además de que sea la capital del país en residencia, Madrid es la ciudad donde vive una de las mejores personas que me rodea y que llena mi vida. –No sé que haría sin vos Bebu!-. Allí se encuentra Flor, que luego de sus dos visitas a Barcelona me tocaba ir a mi hacia ella.

El viaje fue de cuatro días acompañado de Juanjo. Según la gente, mi pareja :S jajajaja. Que una persona sea amiga de otra y que hagan la mayoría de las cosas juntos no quiere decir que sean pareja. Hago esta declaración pública ya que me dicen que ando cagando reputaciones :P jajajaja!

Bueno, retomando, fueron cuatro día alucinantes donde no solo pudimos conocer la capital de España sino también irnos todo un día a Toledo, Castilla la Mancha, a visitar a Lu, una de las mejores amigas de Maru –Toledo tendrá su propio post así que más que esto no diré-.

Terminando con Catalunya

Día libre. Día soleado –hay que agradecer en este invierno-. Día para hacer algo. Las opciones eran: a) despertarse temprano, ir a la estación de tren y sacar billete y forfait para ir a skiar; b) despertarse un poco más tarde, ir la estación de tren y sacar billete para conocer Tarragona. Vendida al mejor postor. Aunque mis intenciones y ganas eran esquiar, la oferta de conocer Tarragona era mucho más económica. No por rata dejé de ir a hacer  el deporte que me encanta sino por el siguiente motivo:

M: -¿Tarragona? Jamás en la vida hubiera pensado en ir a conocer Tarragona.

JP: -Una, es la segunda ciudad más romana del mundo después de Roma; y dos, es lo que me queda conocer de Catalunya.

Ese era el motivo que ponderaba sobre el resto. Antes de ir a conocer Roma iba a conocer la segunda ciudad más romana del mundo y que es muy recomendada por la gente de esta comunidad. Visto y comprobado, lleno de turistas gringos.

Con miedo y decepción

Luego de haber estado viajando casi dos días enteros, durmiendo dos noches en tren, pasando un frío que te cagas, y que casi la policía me mete en cana, llegué a una ciudad con muchas ilusiones: Atenas. Cuna de la racionalidad, la filosofía, la matemática, la civilización, etc, etc, etc. –Aunque he llegado a la conclusión de que fueron la cuna por el simple hecho de que los atenienses no tenían otra cosa por hacer y explotaron sus cerebros. No está mal.-

A partir del momento que bajé del tren, a las 12 del medio día hasta la llegada al hostel, lo único en lo que pensaba era en una ducha caliente, cambiarme de ropa y descansar un rato. Las dos primeras cosas las hice enseguida. Sin embargo, la última no la conseguí hasta la noche. Cuando salí de bañarme me di cuenta que el día “estaba en pañales” y que tenía tiempo de conocer la ciudad para situarme y aprenderme el camino hacia los lugares más importantes. –Algo muy importante y que nunca había dicho antes en ningún post: es importante hacer el reconocimiento del lugar y de las calles-.